ZAPATILLAS

- ¿Y qué te apetece que hagamos?
- Mmmm no sé...Podíamos acercarnos a ver unas zapatillas que me quiero comprar.

Este centro comercial es enorme. Tanto, que me dan ganas de cambiar ese adjetivo gigantesco por el de horrible. Vamos caminando de la mano, pero noto entre nuestros dedos ese vacío que nos acompaña todos los días. La monotonía nos está consumiendo. Tengo que pedirte que vayamos a mirar unas putas zapatillas de deporte para no quedarme callada ante esa pregunta que me haces siempre que quedamos. Porque cuando me preguntas que qué quiero hacer, lo único que se me pasa por la cabeza es que seguramente hayamos hecho ya todo lo que podíamos hacer juntos, y que quizás es el momento de pasar página y dejar a la vida que nos muestre cosas nuevas.
Pero mi parte ilusa quiere que se cumplan todas las promesas que nos hicimos hace mucho tiempo, y te propone un plan absurdo que sirve como máscara para nuestro aburrimiento mutuo. Y mientras caminamos por este horrible y enorme centro comercial en busca de mis indeseadas zapatillas, imagino que el vacío que se encontraba entre nuestros dedos se escapa de su guarida y se convierte en un gigante que aplasta con sus pies descalzos la poca ilusión que queda entre los dos. Porque así, sin ninguna ilusión, las promesas nos importarán una mierda, y yo podré dejar de mirar zapatillas en los escaparates de este asqueroso lugar.