No sé si llegarás a leer esta carta. Todo depende por supuesto de mí. Esto es como una especie de despedida. Si me atrevo a decirte adiós la la cara no la leerás; si no me atrevo, si que la leerás. Lo más probable es que la leas. Mirarte a los ojos es algo que me supera últimamente, aunque con frecuencia los busco por necesidad, procurando no cruzarme con tu mirada. A menudo pienso qué es lo que hemos hecho mal. He llegado a pensar que toda la culpa es mía. Es posible que al haber pensado tantas veces que esto ocurriría, lo he acabado provocando. No sé de quien es la culpa, supongo que de los dos, que no hemos puesto suficiente de nuestra parte para unirnos algo más.
No sé si seguirás pensando en esa solución, pero ya da igual, nada podrá volver a ser como antes. Llevamos dos meses (o creo que más) sin casi hablar. En este tiempo sólo un día necesité tu ayuda y no la encontré. En ese momento me di cuenta de que esto llegaba a su fin. Llevo varias semanas pensando sólo en tí. Me he sentido indiferente con muchas cosas y no sabía por qué, hasta que me dijiste algo un día. Me di cuenta de que lo único que me pasaba era que te echaba de menos. Desde entonces no dejo de recordarte. Cada día vuelve a mi mente alguna conversación o algo que hicimos juntos. Incluso hay veces que si me concentro y pienso fuertemente en ti soy capaz de sentirte. No sé quien me dijo hace ya tiempo que si no recuerdo las cosas bonitas que me han pasado, las acabaré olvidando. Será por eso por lo que no paro de pensar en tí. Porque no quiero olvidarte. A pesar de que no quiera, llegará un día en el que ocurra. Y dentro de unos años nos cruzaremos por la calle y ni nos miraremos, no nos reconoceremos, y mucho menos recordaremos nada de lo que hemos vivido juntos.
Hace un rato he estado pensando por qué estoy tan mal. Supongo que estoy algo decepcionada, y me siento un poco imbécil. No por haberte considerado alguien importante para mí, sino por cosas que no he hecho en el fondo por tí. Al menos ya no puedes decir que no le importas a nadie, porque aquí tienes a alguien que ha vivido durante un año pendiente sólo de tí. No te quiero echar nada en cara, sólo quería despedirme y he acabado diciéndote ésto.
Ya no tengo nada más que decirte, o sí, pero cuanto antes acabe esto mejor. No quiero acabar esta carta con un adiós, dicen que los milagros existen...Así que sólo la firmaré.
Del verdadero viaje no se venden postales
Hace 4 meses
4 comentarios:
o_o
Y lo guardas todavía?
Seh, y hay más por ahí, tengo que buscarlos. Pero vamos, que tendrá tranquilamente cinco años eso XD
Yo no borro lo que escribo...ejem
pues por experiencia le diré, señorita, que hay cosas que uno nunca olvida. Solo se olvida lo que no ha dejado huella en una, lo que no ha importado realmente. Yo apenas recuerdo nada de un novio que tuve y con el que compartí 3 años y pico de mi vida, en cambio recuerdo perfectamente momentos inolvidables de alguien a quien amé poderosamente y con quien apenas compartí nada hace la friolera de 18 años. No se apure usted, hay recuerdos imborrables. La memoria es inteligente y selectiva. Saludos de mis puercos.
Ya decia Heraclito "que es imposible bañarse dos veces en las mismas aguas de un rio", todo aquello que no fluye se estanca, se pudre.
Saludos.
Publicar un comentario