Nueve cajones llenos de mierda. Mierda que debería haber tirado hace años pero que la guardé para poder amargarme el 11 de enero de 2009. Y entre toda esa mierda, sólo hay una cosa valiosa, que no debería haber aparecido nunca.
Me ahogo solo con pensar, y no puedo asomarme por la ventana para respirar porque aún es de día y la mezcla de nieve y sol me deja ciega.
Y la única solución es la misma de siempre. Sentarme en la mecedora de siempre, con las lágrimas de siempre, y mecerme hasta el amanecer para poder volver a ponerme mi máscara veneciana.
Sigo esperando a que vengas. En el cuerpo de uno, o de otro. Me da igual la forma. Pero ninguno de los que viene eres tú. Y no asumo que no vayas a volver. Hoy he recordado que debería odiarte, que estabas loco. Soy gilipollas.
Nadie me conoce. Yo no existo. Llevo años con la cara cubierta. Y ya es más fácil dejarme llevar que empezar a ser yo. Además, no se como soy yo.
domingo, 11 de enero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
sabes que venden gafas especiales para cuando el sol va a dejarte ciego y eso?
Creo que las llaman gafas de sol, pero no me hagas mucho caso...
ASi que ale, dejate de mecedoras y mascaras, levantate, y ponte a tirarle bolas de nieve a todo el mundo xD
me ha gustado mucho
Publicar un comentario